LA RELAJACIÓN DE LOS ÓRGANOS INTERNOS
Los órganos internos de
los animales de cuatro patas están suspendidos libremente en el
abdomen, de ese modo están bien irrigados. Por el contrario, los
órganos de un ser humano están apilados los unos sobre los otros
cuando se está de pie o sentado.
Debemos pues dar a estos
órganos la ocasión de relajarse y de tener un poco de lugar para
gozar de una buena circulación. Un a vez mas debemos seguir el
ejemplo que nos dan los otros animales.
Por las mañanas después
de haber estirado el cuerpo y movido los dedos de los pies hay que
acomodarse de manera que los dedos de los pies, las piernas, las
rodillas y las manos estén sobre el piso. Esta es la posición de
perro, la cabeza hacia adelante y el pecho paralelo al suelo. Espere
un instante para permitir que la sangre circule libremente en el
interior y alrededor de los órganos internos. Luego siéntese
lentamente sobre los talones y baje la frente hasta el suelo. Los
brazos estirados delante suyo. Cierre los ojos y quédese en esta
posición durante algunos segundos, luego vuelva a la posición de
rodillas. Posiblemente será necesario sincronizar su respiración
con los movimientos del ejercicio, pero todos modos, mantenga siempre
una respiración cómoda y natural.
Repita el ejercicio 7
veces. En este ejercicio la sangre retenida en el estómago y en los
intestinos refuerza la digestión y la eliminación. El hecho de
sentarse sobre los talones expulsa la sangre hacia el corazón, los
pulmones y el cerebro. La sangre vuelve fácilmente al corazón de
tal manera que tenga oportunidad de descansar.
Debemos comenzar por esta
pose a la mañana para llevar la sangre al cerebro y sentirnos
activos y llenos de vida. Los que sufren de hipertensión no deben
hacer este ejercicio hasta que su tensión arterial haya vuelto a la
normalidad por la práctica de los otros Ejercicios Internos.
Sería prudente también
que el individuo medio, sólo haga este ejercicio gradualmente. No se
debe provocar una tal tensión en el cerebro bruscamente. Deje que
las arterias, las venas y los capilares se adapten poco a poco al
aumento del flujo sanguíneo que provoca este ejercicio. Al
principio, haga el ejercicio una vez o dos, luego aumente
progresivamente hasta alcanzar siete veces, al cabo de algunas
semanas.
Más información www.acupunturayapiterapia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario